El más conocido es la Ciudad Encantada, ya sea por su extensión o por el tipo de formaciones que se han producido, donde cabe destacar el tormo alto muy cerca de la entrada. La Ciudad Encantada constituye uno de los principales puntos turísticos de referencia de la provincia de Cuenca, siendo casi de obligada visita para quien visite la Serranía de Cuenca ya que tendrá la oportunidad de visitar un sitio natural de Interés Nacional, generado por una variante de roca caliza que ha tomado el nombre del paraje, "dolomía ciudad encantada".
El encanto también lo encontramos en el colorido de los laterales de cada uno de estos macizos erosionados, causado por la actividad de la vegetación y microorganismos de su parte superior, dando lugar a degradados rojizos y grisáceos muy característicos en la sierra de Cuenca.
Se accede por una carretra que sale a medio camino entre Villaba de la Sierra y Uña. El recorrido dura sobre 1 hora aunque depende del tiempo que se dedique a hacer fotografías. Para acceder hay que abonar entrada.
Menos conocidos y no por ello menos interesantes encontramos Los Callejones, a los que se llega desde Las Majadas tras recorrer 3 km por el camino forestal asfaltado que lleva hasta Uña; su extensión y en general tamaño de rocas es menor que la Ciudad Encantada, pero nos ofrece la posibilidad de realizar a pie un recorrido señalizado de aproximadamente una hora de duración, donde las sendas discurren por entre las caprichosas figuras de las rocas y al mismo tiempo pueden observarse especies vegetales señalizadas; igualmente el conjunto está formado por tormos, lapiaces y otras formaciones que asemejan diversos objetos.
En Los Callejones el acceso es libre y sin horarios. Este paraje está dentro del Parque Natural.
Continuando la carretera que lleva hasta Uña y desde un camino que sale a la derecha (señalizado) encontramos Los Miradores.
Los Callejones, rocas erosionadas
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